Es recomendable luego de colocarlos realizar una limpieza con detergentes a base de ácidos para quitar restos de adhesivos, cemento, pintura, etc. Es importante que se utilicen limpiadores de a cuerdo a la superficie a limpiar para no dañar el cerámico. Los hay específicos para cerámica esmaltada o para porcelanato.
Luego de limpiar, enjuagar con abundante agua. Para la limpieza cotidiana es muy simple, ya que basta con un paño y cualquier líquido desengrasante. No conviene utilizar ceras ni aceites.
Si queremos limpiar alguna mancha como de cafe, vino, grasa, o cualquier otra mancha deberemos utilizar limpiadores especiales específicos solamente en el lugar de la mancha